La Comisión Europea prepara el acuerdo comercial con EE.UU celebrando 119 reuniones con grupos de presión corporativos

En respuesta a una solicitud de acceso a documentos presentada por el Corporate Europe Observatory (Observatorio de la Europa corporativa – CEO, por sus siglas en inglés), la Comisión Europea ha hecho pública una lista de 130 “reuniones con partes interesadas” en relación el las conversaciones para un acuerdo de libre comercio entre la UE y EEUU. Al menos 119 de estas reuniones fueron con grandes empresas y sus grupos de presión. Esto significa que más del 93% de las reuniones de la Comisión con las partes interesadas ​en el marco de los preparativos de las negociaciones fueron con las grandes empresas. La lista revela que, además de las reuniones de diálogo con la sociedad civil que figuran en el sitio web de la DG Comercio, hay un mundo paralelo de gran número de encuentros íntimos con grandes grupos de presión empresariales a puerta cerrada, y que éstos no se dan a conocer en Internet.

Traducido del inglés para Rebelión por S. Seguí

Las negociaciones sobre el acuerdo de “libre comercio” entre la UE y los Estados Unidos (conocido como Transatlantic Trade and Investment Partnership – TTIP) comenzaron en julio de este año en medio de una fuerte controversia y preocupación pública por las repercusiones que tal acuerdo podría tener en las regulaciones ambientales, las normas alimentarias o la protección de datos, entre otros ámbitos. La Comisión Europea, que representa a la UE en las negociaciones, ha reaccionado con una ofensiva de propaganda que incluye una página web de preguntas y respuestas llena de afirmaciones engañosas sobre las conversaciones TTIP y un equipo “@EU_TTIP_team” que contrarresta en Twitter los mensajes críticos. A mediados de julio, la Comisión dio una gran publicidad al diálogo con la sociedad civil que había organizado en Bruselas en relación con las conversaciones TTIP, y colgó decenas de tuits sobre el evento, elogiando el “interesante debate” en cuestiones como “el medio ambiente, la transparencia, el desarrollo” en el que señalaba que habían “tantas preguntas provenientes de las organizaciones no gubernamentales [...] como de la industria.”

El evento también ocupa un lugar destacado en el sitio web de la DG Comercio de la Comisión [3] (DG Trade), en la sección “Diálogos”, donde la Comisión afirma que su objetivo es “una política comercial transparente y responsable sobre basada en consultas con todas las partes la sociedad civil europea”. Pero lo que se divulga en el sitio de Internet es sólo una pequeña parte de las reuniones que la DG Comercio tiene con “las partes interesadas”.

En abril, el CEO presentó una solicitud de acceso a los documentos con el fin de obtener una visión general de los contactos de la Comisión con la industria, en el contexto de los preparativos para las negociaciones comerciales entre la UE y Estados Unidos. La primera respuesta de la Comisión fue pedir que el CEO “limitase el alcance” de la solicitud, ya que “se refiere a un gran número de documentos “ Tres meses más tarde, llegó el primer resultado: un listado de 130 reuniones con las partes interesadas celebradas entre enero de 2012 y abril de 2013 [1]. Unas semanas más tarde se añadieron otros cinco encuentros a esta lista. La DG Comercio nos ha informado de que las actas y otros informes de estos 135 reuniones, así como la correspondencia entre la citada DG y los grupos de presión de la industria se darían a conocer más adelante pero que “todavía no pueden comprometerse a dar una fecha concreta.”

Una preocupante tendencia a favor de las corporaciones

Ocho de los 135 eventos en la lista son discursos de funcionarios de la Comisión en diferentes eventos. De los 127 encuentros restantes, celebrados a puerta cerrada y en paralelo a los foros de consulta oficiales de la Comisión, sólo hay un puñado de encuentros con sindicatos y ONG, mientras que al menos 119 fueron reuniones con las grandes empresas y sus grupos de presión. Esto significa que el 93 % de las reuniones de la Comisión con las partes interesadas ​​durante los preparativos de las negociaciones de libre comercio UE–EE.UU. fueron reuniones con el big business.

Los invitados más frecuentes a la DG Comercio fueron BusinessEurope y el grupo de presión de la industria del automóvil ACEA (cada uno con nueve sesiones), la Cámara de Comercio de EE.UU., Europa Digital, el Foro Europeo de Servicios y el Consejo Empresarial Transatlántico (antes conocido como el Diálogo Empresarial Transatlántico – DET). También hubo numerosas reuniones con los grupos de presión de la industria armamentística, la banca, las empresas de alta tecnología médica, la industria alimentaria, la farmacéutica y la química.

La lista de reuniones revela que, además de las reuniones de diálogo con la sociedad civil presentes en el sitio Internet de la DG Comercio, hay un mundo paralelo formado por un gran número de encuentros en la intimidad con los grandes grupos de presión empresariales, celebrados a puerta cerrada, y que éstos no se dan a conocer en Internet. Estas reuniones, por otra parte, trataron sobre los preparativos de las negociaciones comerciales de la UE, mientras que las consultas oficiales de la sociedad civil no fueron más que sesiones informativas celebradas tras la puesta en marcha de las conversaciones. La retórica de la Comisión sobre la transparencia y la consulta de las organizaciones empresariales y las ONG en igualdad de condiciones es engañosa y favorece una impresión totalmente errónea de las relaciones de la DG Comercio con las partes interesadas.

Es ya hora de que la Comisión Europea adopte una política proactiva de transparencia en relación con los grupos de presión, mediante la publicación de las listas de todas las reuniones con dichos grupos de presión en su sitio Internet. Este sería un paso decisivo hacia la puesta en práctica del derecho de los ciudadanos a saber quién influye en las políticas de la UE. También ahorraría un montón de tiempo y energía para los grupos de vigilancia, periodistas y otras personas que deben recurrir a las solicitudes de acceso a la documentación, así como de la propia Comisión en la respuesta a los mismos. El Gobierno del Reino Unido ha estado haciéndolo ya desde hace varios años: cada uno de los departamentos gubernamentales publica una lista de sus reuniones con los grupos de presión actualizada trimestralmente.

¿Se está creando un grupo asesor dominado por la patronal empresarial?

Más allá de garantizar la transparencia, es preciso contrarrestar el sesgo de la Comisión a favor de los grandes intereses empresariales. En las próximas semanas podría verificarse un importante caso de prueba. En el diálogo con la sociedad civil de julio, la Comisión indicó que está estudiando “la posibilidad de establecer un grupo de asesores expertos, que tendría acceso a información más detallada con arreglo a la práctica actual en EE.UU.” No obstante, los hábitos actuales de la Comisión dan motivos para temer que este grupo consultivo esté altamente desequilibrado. En el acceso al mercado de la UE los grupos de trabajo, funcionarios de la Comisión y representantes de los Estados miembros se sientan junto a los grupos de presión empresariales para discutir las regulaciones existentes en los mercados extranjeros que se interponen en su camino, y también para desarrollar estrategias conjuntas para librarse de ellas. Las corporaciones alaban a estas reuniones por cuanto se trata de una manera de hacer que la Comisión “adopte la perspectiva empresarial” y “hable el idioma de la industria.” No hay un solo representante no empresarial, que sea de la sociedad civil o de los sindicatos, en estos grupos consultivos. (Véase la sección 3.2 de nuestro informe en nuestro informe Trade Invaders.

La referencia de la Comisión a la “práctica actual en EE.UU.” tampoco es precisamente tranquilizadora. Según Craig Holman, de Public Citizen, los grupos de asesoramiento en materia de comercio en los EE.UU. están “fuertemente sesgados a favor de los intereses empresariales.”[2]

No menos de “un 84 por ciento de estos ‘asesores’ representan exclusivamente a las grandes corporaciones (entre otras, gigantes farmacéuticos como Abbott, agroindustriales como Cargill y gestores de capital privado, como Capital Partners) o asociaciones industriales .”

No cabe duda de que el nuevo grupo consultivo de la Comisión no debe seguir el modelo de “la práctica actual en EE.UU.”, ni tampoco el de los grupos de acceso al mercado de la UE. Teniendo en cuenta lo que está en juego en las negociaciones comerciales entre la UE y Estados Unidos, es el momento para un nuevo enfoque, transparente e inclusivo en el que participen plenamente ONG independientes dedicadas al medio ambiente, los consumidores y la salud pública; los sindicatos y expertos independientes. Cualquier otra cosa sería socavar aún más la credibilidad de la Comisión como voz de la UE en las negociaciones comerciales internacionales.


Notas:

(1) Corporate Europe Observatory pidió a la DG Comercio que aclarara si “se trataba de una lista completa de las reuniones de dicha Dirección General con TODOS los interesados ​​en las negociaciones comerciales con los EE.UU., y no sólo una lista de las reuniones con las empresas (excluyendo el Diálogo de la Sociedad Civil y otras consultas públicas generales organizadas por la DG Comercio)”. Dicha DG respondió : “Quiero aclarar que hemos tomado una enfoque más abierto en lugar de un enfoque restrictivo en relación con su solicitud, en la identificación de todas las reuniones que corresponderían a su solicitud”.

(2) Correspondencia por correo electrónico con Craig Holman, quien añadió que “por el contrario, las organizaciones no gubernamentales (ONG), centros de investigación y universidades (de cualquier orientación política ) representan sólo el 6 por ciento de los asesores oficiales, mientras que los sindicatos y los asesores gubernamentales representan en conjunto sólo un 5 por ciento. Por otra parte, el 86 por ciento de los asesores provenientes de ONG, sindicatos y gobiernos están limitados a sólo cinco de las comisiones del sistema. En casi todos los comités asesores en materia de comercio, no más de tres asesores representan los intereses no empresariales. Los informes de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental informa que estos representantes no empresariales se hallan “aislados dentro de su propio comité”.

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